Sigue la mascarada de ‘justicia’ para los chicos de Hares
y las presas y presos palestinos
El 17 de febrero volví al tribunal militar de Salem, cerca de Yenín, en el norte de Cisjordania[1]. Esta vez acompañé a otros tres familiares de los Chicos de Hares: la madre de Mohammed Suleiman y los padres de Mohammed Kleib y Ammar Souf.
Al llegar a Yenín cambié de estación de ‘service’ y busqué el que lleva a los familiares de los presos a Salem. A mi lado se sentó una mujer vestida de oscuro con el rostro cubierto por un niqab blanco, que viajaba con su hijo adolescente. Me ofreció un dulce y enseguida entablamos conversación. Supe que Ibtisam es profesora de inglés y directora de escuela en una de las aldeas de Salfit. Iba a visitar a su marido, en detención administrativa desde hacía ocho meses (durante los…
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