Al celebrar sus 10 años de existencia, el movimiento palestino y global de BDS se ha convertido en el nuevo enemigo del régimen sionista
María Landi
El escándalo de corrupción que estalló en el reciente Congreso de la FIFA le restó visibilidad a otra polémica desatada en la reunión: la solicitud formal de la Federación de Fútbol Palestina de suspender a Israel por violar la normativa de la FIFA al encarcelar, mutilar y matar a futbolistas palestinos y negarles la libertad de movimiento en su territorio[1].
La iniciativa había generado una importante campaña internacional de presión sobre la FIFA (“Tarjeta roja para el apartheid”), que ocupó espacios incluso en los medios masivos. Cerca de 20.000 personas –incluyendo conocidas personalidades, artistas e intelectuales- habían adherido a la campaña, imitando la primera iniciativa de boicot internacional que se realizó contra la Sudáfrica del apartheid. Además, organizaciones internacionales convocaron…
Ver la entrada original 2.905 palabras más